En estos tiempos de profundos cambios, todos estamos sintiendo el peso emocional de las preocupaciones, el miedo, la incertidumbre… Son reacciones adaptativas a la situación que estamos viviendo. En ese proceso nos exigimos ser siempre fuertes, pero eso es un error, ya que la forma de alcanzar un equilibrio vital sano, sería permitiéndonos mostrar cierta vulnerabilidad, logrando así un correcto reajuste emocional. Hemos sentido la tristeza, la soledad, la angustia, las ganas de huir, la desgana.
Hemos necesitado con suelo, acompañamiento en muchos procesos vividos, como el duelo, rupturas, pérdida de trabajo. Todo ello, nos ha obligado a cambiar la manera de ver el mundo, el futuro que nos espera. Debes saber que si no has podido regular todas esas sensaciones, no estás solo, ya que somos muchos los que hoy compartimos ese mismo sentimiento.
Si necesitas ayuda ,no dudes en contactar con nosotros, estamos a tu lado, no camines solo.